La relación del beso, como una de las más hermosas manifestaciones de amor, también tiene enfoques científicos respecto a todos los elementos que se integran durante este acto humano.
En el ámbito médico y científico, los estudios se enfocan en la microbiota oral y las bacterias; así como en los beneficios que tiene el acto de besar, para la salud.
Al respecto, la ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, en su cuenta en la red social X, escribió: “ En un estudio publicado en 2014, analizaron los microbios presentes en la boca en 21 parejas después de un beso íntimo experimentalmente controlado. Comprobaron que, en el beso, las parejas intercambian parte de la microbiota de la lengua, y las bacterias del otro permanecen durante horas en la saliva de su nuevo inquilino. Se estima que ocurre el intercambio de 80 millones de bacterias en un beso íntimo cuya duración sea de 10 segundos”.
El texto titulado “El beso: microbioma e historia de un gesto lleno de significado, más allá del romanticismo”, expone que el contacto boca a boca es una manifestación presente en otras especies, como lobos, primates, aves, perros y hasta peces.
En este sentido, la ministra escribió “el beso íntimo, con contacto entre las lenguas e intercambio de saliva, parece ser exclusivamente humano y es común en más del 90 % de las culturas”.
Agregó que “el microbioma oral se refiere a la comunidad de microorganismos que habitan en la cavidad oral (boca, lengua, encías y garganta). Incluye miles de especies diferentes de bacterias, virus, hongos y otros organismos unicelulares que forman un ecosistema complejo y dinámico. Se han identificado más de 700 especies bacterianas diferentes. Algunos asociados a la transmisión de enfermedades”.
La ministra para Ciencia y Tecnología, hizo mención a los descubrimientos sobre cómo las enfermedades se pueden propagar a través de los besos.
“Según un artículo publicado en la revista Science, titulado “The ancient history of kissing”, se examinan las referencias textuales del acto de besar. En antiguos textos de Mesopotamia, se menciona el acto de besar y su papel en la propagación de enfermedades”, explicó.
Asimismo, precisó que “Investigaciones previas han citado que la primera evidencia documentada de un beso data de la India, aproximadamente en el año 1500 antes de nuestra era. Sin embargo, el mencionado artículo resalta que se han pasado por alto numerosas pruebas del acto de besar en Mesopotamia y Egipto desde al menos 4500 años. En estas evidencias, se narran historias de besos, tanto entre dioses como entre plebeyos”.
Finalmente, explicó que los besos activan cerca de 30 músculos faciales. “En la actualidad, el beso tiene sobre todo un poder terapéutico y psicológico. “Es una demostración de cariño, de amor, de respeto, de amistad. Con un beso se comunican muchísimas cosas» entre familiares, el beso en la frente, el gesto de amor entre hijos y madres, así lo expresan algunos autores «Todo el Universo cabe en un beso””.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez