Este martes, la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, reflexionó sobre la vida en sociedad y su arraigo a la diversidad biocultural, como factores fundamentales para potenciar valores como la solidaridad, la humanidad y la ética, en medio de la opresión que impone el modelo capitalista mundial, que promueve la guerra y el sometimiento de los pueblos.
En este sentido, la también ministra para Ciencia y Tecnología, expresó desde su cuenta en X que: “El arte de vivir en sociedad es una de las características más significativas de la especie humana. Las interconexiones que gestamos, desde que somos niños hasta que envejecemos, nos hacen comprender mejor el mundo y nos permiten consolidar valores como la ética, la solidaridad, la humanidad, el respeto; además de potenciar una relación directa con todos los seres vivos”.
Hizo referencia al artículo del filósofo español, David Lorenzo Cardiel, publicado en la revista Ethic, por en la que relaciona los procesos educativos con el fortalecimiento de los vínculos humanos.
“Para el filósofo español, la convivencia se trata de una coexistencia en armonía. En este sentido, es prioridad comprender que desde la ciencia se exponen conceptos claves para ampliar la mirada hacia una relación mayor, definida en el concepto de diversidad biocultural”, escribió la ministra.
Asimismo, hizo referencia al libro escrito por los investigadores mexicanos: Víctor M. Toledo, Narciso Barrera Bassols y Eckart Boege, titulado “¿Qué es el Diversidad Biocultural?” donde “precisan que desde mediados del siglo XIX los conocimientos sobre este concepto se potenciaron y ‘han logrado su expresión a escala planetaria o global con el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación: satélites, sistemas de información geográfica, internet y geomática’”.
La vicepresidenta sectorial, comentó que “la bioculturalidad es fundamental para forjar una sana convivencia en el planeta; entendiendo que, actualmente, el mundo experimenta una gran crisis social, económica y política fundamentada en las imposiciones supremacistas que potencia guerras, injerencias, bloqueos y hasta la destrucción de las especies”.
Dentro de sus reflexiones expuso la necesidad de “La posibilidad de alcanzar un mundo de justicia, paz y en equilibrio con la naturaleza”, un acto que es transversal a “la construcción de un mundo donde los niños, niñas, jóvenes y adultos sean educados en valores como la solidaridad, el respeto mutuo, la empatía, entre otros aspectos, que se fomentan con una educación capaz de liberar el pensamiento de doctrinas colonialistas y, al mismo tiempo, den forma a una sociedad humanística, como refiere el filósofo David Lorenzo Cardiel”, precisó.
Finalmente, afirmó que investigadores, científicos, sociólogos, periodistas, filósofos, entre otros actores de la vida académica son esenciales para alcanzar esta tarea. Agregó que también son esenciales “las bases sociales donde emerge constantemente el concepto de la solidaridad como un valor irreversible de las relaciones familiares, comunitarios, de trabajo y de vida”.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez.